Uno de los grandes planteamientos que tienen que ver con el coche eléctrico se centra en sus sistemas de carga, como son sus cargadores.
Como ocurre con los de los móviles y otros dispositivos, se tiene la creencia de que pueden ser universales, pero ¿esto es así? ¿valen para todos los modelos igual?
Empecemos por el principio. Antes de pasar por todos los tipos de conectores y enchufes que nos vamos a encontrar, y que pueden ser aptos para nuestros vehículos, hay que destacar que también existen diferentes modos de carga. Esto es un básico para conocer cómo serán los cables y enchufes posteriormente vistos.
Lo fundamental es prestar atención a la categorización según los modos de carga que establece la Comisión Electrotécnica Internacional a través de su norma IEC 61851 . Así, con tres en corriente alterna (AC) y uno en corriente continua (DC), las baterías disponen de hasta cuatro modos operativos de carga.
· Carga lenta. Modo 1 con corriente alterna. Esta es la carga lenta desde una base de enchufe doméstico (enchufe Schuko) y sin comunicación entre vehículo y punto de carga. El tiempo de carga irá en función de la capacidad de la batería. Se puede realizar por la noche, que es cuando menos demanda energética existe. En la red monofásica, emplea la intensidad y voltaje eléctricos del mismo nivel que una vivienda: 16 amperios y hasta 250 voltios
· Modo 2 con corriente alterna. Este modo trata de una carga lenta con enchufe y base similares al anterior, de tipo estándar, no exclusivo. La diferencia estriba en que el cable lleva un sistema de protección incluido y un interruptor diferencial. El conector del cargador del coche se introduce en la entrada del vehículo, aquí tipo 2 (puede ser Mennekes o ChadeMo) y el conector de carga para infraestructuras se enchufa en la caja de carga para infraestructuras del punto de carga. La intensidad habitual es de 16 amperios
· Carga semi-rápida. Modo 2 con corriente alterna. Aquí la carga es semi-rápida y se realiza con un cable de carga conectado de forma fija en el punto de carga, cuyo conector de carga para vehículos se enchufa en la entrada. La intensidad normal de este modo es de 32 amperios -aunque permite hasta 63- y la potencia normal es de entre 8 y 14 kW.
· Carga rápida. Modo 4 con corriente continua. Este modo de carga se usa para la conocida como carga rápida. Se realiza, por lo general, en las electrolineras, especialmente porque transfieren potencias de carga elevadas. Es la única que utiliza corriente alterna. Aquí, el transformador AC/DC se halla de forma fija en el punto de carga, con lo que se evitan problemas de pérdida de energía o de calentamiento. En menos de media hora proporcionará una energía para obtener una carga del 80% de la batería. La intensidad y el voltaje eléctricos son de 600 voltios y de hasta 400 amperios la y potencia máxima es de entre 125 y 240 W.
Actualmente, y debido a que todavía no es algo que se haya desarrollado por completo pese a sus grandes avances en los últimos tiempos, lo cierto es que los conectores de los coches eléctricos poco tienen que decir a la hora de acortar el tiempo de recarga de la batería.
Este depende principalmente de la potencia de carga que tenga el coche y la que suministre el terminal. No obstante, y como hemos visto en el punto anterior, sí es importante diferenciar entre conectores para corriente alterna y para corriente continua (CA y CC). Los primeros son los que utilizaremos para recargas de relativo bajo amperaje y potencia, y los últimos son los que sirven para la recarga rápida, básicamente.
Ahora bien, ¿Qué son los conectores y qué tipos nos vamos a encontrar? Estos son, en pocas palabras, los diferentes tipos de enchufes, o de clavijas también conocidas, que hay para conectar el vehículo eléctrico a la red de recarga. Sucede algo muy similar a lo que pasa con los enchufes domésticos, que según qué países pueden ser diferentes.